LA PLÁSTICIDAD DE LA TRIBU.
“Configuración
del individuo”. Forma que tiene la gran tribu de incentivar al individuo al
trabajo. De convertirlo en un número.
El fuego transforma, destruye, da
calor y luz pero también unifica, dispersa o evapora.
Somos parte de este proceso de esa plasticidad, por ello vemos como nuestro
entorno varia casi a diario, las leyes, las protestas, la miseria, el hambre,
las catástrofes, las guerras y en medio de todo eso nosotros mismos; con
nuestros miedos, sin razones e inquietudes hacia un “sistema” que poco da a la
comunidad, a la tribu.
Hablamos normalmente del sistema, como parte culpable del fracaso social,
siempre le echamos la culpa de todo sin tener en cuenta o ignorando que el
sistema somos nosotros mismos, nosotros dirigimos el sistema sin saberlo, fomentando
con la aptitud de no hacer nada, desde nuestro silencio damos via libre y, por
lo tanto se dan las cosas por hechas en muchos aspectos. Sí, es complejo y
contradictorio si lo miramos desde el punto de vista del ciudadano feliz con su
vida, con las necesidades cubiertas o, si miramos el caso inverso, la dejadez y
el olvido por gran parte de la colectividad. El individuo debe trabajar para
que el sistema le corresponda y a la vez para no tener que andar pensando en como
mejorarlo.
Los que dirigen pues es así como les decimos y, damos riendas sueltas para
que lo hagan, se frotan las manos, miran y miran y aplauden nuestro silencio,
pues los que hablan y hablamos, dicen o decimos incluso gritan o gritamos,
somos siempre minorías que no se les suele escuchar o simplemente nosotros
mismos miramos para otro lado e ignoramos para no tener remordimientos.
Les dejamos libres para manejar sin una unidad la posibilidad de separar la
tribu en partes para su mejor manejo. Somos
y formamos una unidad plástica, deformable, manejable y nueva mente formable,
incluso evaporable para los que quieran hacer y deshacer a su antojo. “Somos lo que
desean ver, ¿o deseamos ver? y si te ven distinto, eres automáticamente
excluido”.
En la tribu los que hablan, piensa, reflexionan y se oponen al sistema es
automáticamente excluido y no solo por el sistema si no por parte de la propia
tribu que mira con recelo a aquel que piensa en la injusticia y vea y aclame la
poca unidad de la tribu ¿Por el miedo a perder privilegios y, la seguridad que les mantiene
feliz?
Todos nos sentimos seguros y felices cuando tenemos suficientes reservas
para el invierno, todos miramos y confiamos en quien nos provee de los frutos
necesarios para no morir, pero eso lleva a un estado de desidia, egoísmo y
olvido que para cuando queremos darnos cuenta estamos hundidos al igual que
quien nos dirigía y nos proveía.
Es entonces cuando nos damos cuenta de que se debe cambiar, cambiar al
dirigente o a los dirigentes de la tribu. El sistema.
Necesitamos sentirnos protegidos, un líder, alguien que nos cobije y dé
alimentos; este ha sido y será mientras dure el error de la tribu a lo largo de
su historia como tal.
El líder, surge a comienzo de la formación de las tribus, donde las
diferencias estaban en quien guardaba más para el invierno, quien hacia mejores
transiciones mercantiles y a la vez era capaz de organizar pequeños grupos para
su beneficio, esto ha ido creciendo y generando normas y dogmas hasta nuestros
días (Las religiones, ideologías, el consumismo, la imagen, la estética, los
tabus). Y el mantener la mente del individuo distraída para su mejor manejo.
La antropología demuestra que el ser humano no fue siempre así, que en su
día fue solidario con los demás sin esperar nada a cambio, compartir y entregar
a partes iguales sus posiciones habilidades y reservas… fuese de la tribu que
fuese, así nadie era diferente en términos sociales, pues cada uno aportaba a
la tribu sus conocimientos, el artesano, el cazador, el recolector, etc… “La
legitimidad del individuo está en dar sin esperar nada a cambio”
¿Que ocurrió?
El individualismo, el egoísmo, el
ser insolidario hacia los demás y la poca atención a una utopia humana real,
justa para todos, donde los derechos humanos sean correspondidos y hechos a la
medida del individuo. Una seguridad social que cubra a todos en las necesidades
fundamentales y por igual, dando igual donde viva o venga.
A la propia tribu le gusta ver las
diferencias sociales, pues esto implica reconocerse mejor que… sentirse mejor protegido
y con la seguridad suficiente. Este egoísmo sigue y sigue, se palpa, dándole
seguridad a si misma y de camino al sistema que ve en esto las herramientas
fundamentales.
Me gustaría poder escuchar “Bueno,
estamos tan desencantados de que nos dirijan mal que parece que al final nos
estamos dando cuenta que quizás es mejor hacerlo nosotros mismos, volver a ser
solidarios y no ser más dirigidos por pulpos o sanguijuelas ni matones. Dirigir
desde el mismo núcleo de la tribu. Ya no basta con estar bien protegidos y provistos
de reservas y de calor, si no que más bien queremos organizarnos entre todos;
esto ultimo es una utopia, que en realidad sería el camino correcto hacia una
unidad de conciencia”. ¿Cómo? aun tenemos que aprender. Deberíamos mirar lo que
está ocurriendo en Occidente para darnos cuenta que es posible, que unidos es
la manera de cambiar en gran medida las cosas…
Vivimos en un momento histórico sin precedentes en muchos aspectos y tiempo,
son muchas las voces que se están alzando y muchos los que se comprometen a un
cambio real en la tribu. Esto es así, y siendo así aun se mira para otro lado
por temor o desinterés; aun se tiene ese miedo a que vendrán y nos aplastarán…
¿Como podríamos emprender el camino
sin perdernos…? bueno en realidad ya tomamos el camino, pero a la vista está
que muy lentamente y torpemente.
El sistema nos estudia y nos planifica de formas variables para que en su
momento reaccionemos como estaba previsto en sus planes, estos estudios y hechos
son parte de un pensamiento que ya ha provocado no pocas guerras y desastres
sobre la humanidad. Ser estudiados por grandes pensadores, a veces elegido por
el mismo sistema. Sí, nos piensan y dirigen como seres y no como humanos,
independientes e individualizados. La antropóloga Leisle White, venia a decir:
“En vez de considerar al individuo como
la causa primaria, como el primer motor, como el indicador y determinante del
proceso de la cultura, hoy le vemos como una parte componente, y una parte diminuta
y relativamente insignificante de vasto sistema sociocultural que abarca a
innumerables individuos en cualquier momento, y se remonta también a su remoto
pasado…”
Ósea que debemos olvidarnos de la mente de una persona individual. Esto
gracias a dios no ha tenido repercusión en el sistema… ¿o si?
Juan Manuel Álvarez Romero © 14-2-2011