jueves, 25 de septiembre de 2014

El mar que soñamos










El mar que soñamos

Te sorprendería, señor destino:

Las venas saltaron de la habitación, el agujero del techo se hizo cada vez mayor, las paredes se estrecharon y, la luz dejó de alumbrar.

Cuando te fuiste todo quedó oscuro, las tinieblas me aplastaron, las sombras permanecieron en mí como el alma bajo mi piel seca.

Las calles permanecieron desierta por más de un siglo; los edificios se transformaron en grandes bosques de coníferas… los dinosaurios volvieron de su extinción. Y yo aun permanecía a la espera de tú presencia.

Pero hoy, al salir, encontré que todo iba en dirección opuesta. Que resurgían aquellas leyendas urbanas que siempre nos fascinaron, en la que de pronto nos volvíamos protagonista; ―¿recuerdas?―  

El paseo de hoy me recordó nuestros encuentros en la plaza… incluso el aroma de la cafetería de la esquina, a la que íbamos cada tarde con los hermanos de aquella novia tan extraña que te echaste… sí, la que decía que subiría antes a los infiernos que estudiar empresariales… la que te decía al oído que  volvería  por ti desde donde estuviese aun si estaba en la Atlántida… ¿donde andará ahora?

¿Y tú? donde estarás, sé que andabas pintando paisajes en el mundo de los sueños; el mundo que tu y yo imaginamos una vez y que luego hiciste solo tuyo… sé que estas allí, en ese lugar sin nombre, gozando tu sola. No le pusimos dirección, ni ciudad, ni país. Pero sabíamos que podría estar en cualquier parte de este mundo o de cualquier otro, en algún lugar del espacio tiempo, indefinido mundo, al que yo no logré alcanzar contigo. Me volví a recoger mis bártulos y cuando regresé ya no estabas… te montantes en el tren sin mi… y el que yo cogí nunca te alcanzó. Malditos bártulos, ¿porqué debemos cargar con ellos? Y tú pensaste que yo no volvería. Te sentirías tan mal como yo al descubrir que no estabas… supongo, hiciste bien, espero; mi vida ya no fue igual nunca más… y supongo que la tuya tampoco.

Yo sigo en mi mundo, ese mundo que creé para aliviar tu ausencia, esa ausencia que solo lleno imaginándote en nuestro mundo, te imagino en él, sentada ante el mar, el mar que soñamos… y que está ahí, ante mí, pero con tu ausencia.



Juan Manuel Álvarez Romero©











miércoles, 24 de septiembre de 2014

Esa nube


Esa nube

Si intentara ser como esa nube,
cotidiana, sencilla
fugaz
hacerla propia

Solo quizás
en el recuerdo
en el cigarrillo

Durante las noches
en el alba
en la cama

Frente al mar
bajo el cielo
en la arena mojada

Ante el espejo
fumando
mirando

Sentado en la silla
tras la ventana
frente al parque

Quizás estarías más próximo
más cerca del cielo
de esa nube

Juan Manuel Álvarez Romero©Narón



martes, 23 de septiembre de 2014

Viajeras nubes

                                                               




Viajeras nubes

De mares soñados
tierras sepultadas
ciudades infinitas

Viajeras nubes

Figuras imposibles
suelos sin horizontes
ríos sin cascadas

Viajeras nubes

Recorren tu cuerpo
de monte frondoso
de colinas coronadas

Viajeras nubes

Besos vagabundos
realidad en tu vientre
derrotado en tus pies

Viajeras nubes

He visto el mar
mitigó la sed
surge el arco iris

lunes, 22 de septiembre de 2014

                                            

Queda la esperanza

Queda la esperanza en el devenir de las olas
En el sol de sus reflejos
En el amor de sus ojos

Queda la esperanza en su aliento a sal
En sus susurros de azules
En su espuma al caminar

Queda la esperanza en la brisa de su voz
En las rocas de su quietud
En las alas de sus nubes

Queda la esperanza en su cuerpo de olas
En sus pechos de coral
En su sonrisa de mar

A Cris en Valdoviño 2014-09-22

domingo, 21 de septiembre de 2014

Metrópolis.










Metrópolis.

Confluir y fluir, encontrarnos en los mensajes llenos de códigos complejos que a su vez pueden ser creadores de encuentros, sensaciones que nos evocan momentos únicos y con ellos poder unificar un pensamiento. Un pensamiento que mire hacia adelante, que se expanda y vuelva a generar humanidad allí donde ya se perdió.


Todo comienza temprano, a eso de las siete, justo cuando suena la puerta del pasillo de la escalera del bloque de pisos donde habito.

Alguien sale, y por el sonido de los pasos sé que va con prisas. Aun no le conozco, como tampoco a ninguno de los vecinos, solo escucho sus pasos… les escucho hablar en el patio, y todos hablan y hablan de lo mismo… ―Realidad.―

Hoy llueve infernalmente, truenos que hacen temblar la tierra, la tierra que se mueve sin necesidad de truenos… movimientos inconcretos que no sé de donde vienen, pero que sin duda hacen que yo me mueva de mi asiento… las guerras son siempre lo mismo, siempre pienso que son planificadas para eliminar a seres humanos, no más, es la locura de no controlar el pensamiento, inquietante, trascendente, impávido, y sin sentido. De locos que han quedado atrapados en el tiempo, en un tiempo indeciso, perdido, sin lugar.

―Como salir de esta realidad de ciudad―.

Hoy camino por calles que me enseñaron juegos infantiles como también el juego de la vida y a la vez un infinito sentido del horizonte… un horizonte que hoy no sé donde está, pero que sin duda aparecerá tarde o temprano… lo busco y,  sé que está ahí, tras los edificios, en algún lugar.

―En el asfalto muchos horizontes se pierden―.

He regresado a la orilla de las horas que permanecí en silencio por otras que nacieron de la palabra. Las palabras que salieron de mí, quedaron atrás, sin memoria… he regresado al mundo de los sentidos, de los sonidos, de la música, de la regresión al pasado que siempre nos perturba en sonidos de ciudad que ya no dicen nada, ―Tan solo memoria―…

Dentro de las inquietudes de viejos ideales que ya no son ideas sino recuerdos… siempre recuerdos, siempre memoria inquieta que no cesa de hacer ruido… se deben dejar los ruidos antes que ataquen, antes que alguien los escuche realmente… esos sonidos que un día tomaron forma de pensamiento definido… ya nada es igual, viejas heridas que nos hacen retroceder a lugares perdidos en medio de la nada… en medio de los silencios que definieron la vida eterna y ya no es vida, sino un lugar en un espacio inconcreto, opuesto a lo que soñamos… , quedar en el olvido, solo eso, olvido.

Me pregunto por el estado de los principios que rigen el mundo, donde queda la palabra, la visión de lo humano, donde la verdad de lo real o la ficción... todo lo escrito queda en la memoria de quien lo escribió, otros quedan en la poca memoria de la historia. Pero realmente sin nuestro pensamiento solo nos quedan las verdades a medias de un mundo que se desinfla en mentiras sin clasificar... todo cambia,  tan solo es el principio de un cambio de disfraces... de escenografías, de un guión establecido por unos locos que ignoran el significado del ser, del humano... me pregunto si ser es posible, si lo posible es tan solo un sentimiento.

Las cosas más pequeñas del mundo nos sorprenden a cada paso, cada día de nuestra vida, y esto hace que lo posible si sea real, a pesar de no ser lo que creíamos ser… a pesar de ser lo que si somos… ―parte del todo―… parte de una comunidad que se expande y nos lleva más allá de lo soñado, de lo que queremos para nuestro futuro. De todas formas el equilibrio se pierde al tercer paso de una calle mojada, después sale luz de las paredes y reapareces sentado en una silla sin respaldo… opuesta a las sillas que salen de la nada… todas la formas de equilibrio conocidas quedan inquietas, sentenciadas al olvido… expuesto a las sombras que resurgen desde la nada… desde el desequilibrio de la soledad.

El deseo de lo perpetuo queda en nuestra existencia desde que nacemos, otras nos quedamos sin esa vitalidad existencial expuesta a la mirada de los otros que quedaron sentados en perpetuas siluetas de sal, en equilibrios sin sentidos y difuminados en nombres lejanos, sentados en bancos de parques creados para este fin… la inmovilidad.

Buscamos esa magia que nos saque de ser estatua de sal, y persistir en la memoria del horizonte…?

Recorrer calles, avenidas, … rodeado de ruidos infernales en busca del tren que sale temprano; salir de esta ciudad costará mucho más de lo que pensaba… salir para encontrar el equilibrio con la naturaleza, con el agua, con el cielo, con el aíre. Salir para sentir la vida, la esencia de lo que un día fuimos, de lo que un día percibimos como parte de este mundo, parte del universo, parte del todo…  definitivamente no se es de ciudad, realmente no se es de ningún lugar. ― se pertenece al mundo―  el mundo somos nosotros, nuestro pensamiento, aunque las sillas a veces estén puestas a la inversa del escenario de la vida.



Juan Manuel Álvarez Romero©

viernes, 19 de septiembre de 2014

Sueños sin puertas






Sueños sin puertas
entradas y salidas.

De encuentro con huellas y sin huidas
sueños libres y de aire.

Sueños de esperanzas
bajo una luz de tierra y mar.


De sentir y vivir
para caminar a la libertad.

Desde un vuelo libre
para gritar allí donde la esperanza se apague

Para ser y estar, sin sombras y junto al mar
para amarte eternamente.

Para beberte en mil sorbos
en mil besos y mil silencios.


Saberte desde el río de vida que emanas
desde dentro de tu alma.

Unir nuestros mundos de miel
y nuestros cuerpos de esperanza

Desde el deseo
de vivirnos eternamente

Mijas© 2013-11-25



jueves, 11 de septiembre de 2014

Aire inmovil









La sonrisa del día
la soledad de la noche
la quietud de tu presencia

Exilio de la ausencia
del silencio
el sol que renace

las alas de la libertad
del no callar
del grito desesperado

las calles del abandono
del olvido
de la huida

la pertenencia 
sin lugar
sin aíre

el recuerdo del mar
de las nubes
del vuelo

la quietud del barro
bajo los pies
del mundo

el recuerdo 
piedra tallada
manos ensangrentadas

pigmentos olvidados
cuevas profundas
aire inmovil


el recuerdo del mar
de las nubes
del vuelo

Narón- 2014