miércoles, 24 de septiembre de 2014

Esa nube


Esa nube

Si intentara ser como esa nube,
cotidiana, sencilla
fugaz
hacerla propia

Solo quizás
en el recuerdo
en el cigarrillo

Durante las noches
en el alba
en la cama

Frente al mar
bajo el cielo
en la arena mojada

Ante el espejo
fumando
mirando

Sentado en la silla
tras la ventana
frente al parque

Quizás estarías más próximo
más cerca del cielo
de esa nube

Juan Manuel Álvarez Romero©Narón



martes, 23 de septiembre de 2014

Viajeras nubes

                                                               




Viajeras nubes

De mares soñados
tierras sepultadas
ciudades infinitas

Viajeras nubes

Figuras imposibles
suelos sin horizontes
ríos sin cascadas

Viajeras nubes

Recorren tu cuerpo
de monte frondoso
de colinas coronadas

Viajeras nubes

Besos vagabundos
realidad en tu vientre
derrotado en tus pies

Viajeras nubes

He visto el mar
mitigó la sed
surge el arco iris

lunes, 22 de septiembre de 2014

                                            

Queda la esperanza

Queda la esperanza en el devenir de las olas
En el sol de sus reflejos
En el amor de sus ojos

Queda la esperanza en su aliento a sal
En sus susurros de azules
En su espuma al caminar

Queda la esperanza en la brisa de su voz
En las rocas de su quietud
En las alas de sus nubes

Queda la esperanza en su cuerpo de olas
En sus pechos de coral
En su sonrisa de mar

A Cris en Valdoviño 2014-09-22

domingo, 21 de septiembre de 2014

Metrópolis.










Metrópolis.

Confluir y fluir, encontrarnos en los mensajes llenos de códigos complejos que a su vez pueden ser creadores de encuentros, sensaciones que nos evocan momentos únicos y con ellos poder unificar un pensamiento. Un pensamiento que mire hacia adelante, que se expanda y vuelva a generar humanidad allí donde ya se perdió.


Todo comienza temprano, a eso de las siete, justo cuando suena la puerta del pasillo de la escalera del bloque de pisos donde habito.

Alguien sale, y por el sonido de los pasos sé que va con prisas. Aun no le conozco, como tampoco a ninguno de los vecinos, solo escucho sus pasos… les escucho hablar en el patio, y todos hablan y hablan de lo mismo… ―Realidad.―

Hoy llueve infernalmente, truenos que hacen temblar la tierra, la tierra que se mueve sin necesidad de truenos… movimientos inconcretos que no sé de donde vienen, pero que sin duda hacen que yo me mueva de mi asiento… las guerras son siempre lo mismo, siempre pienso que son planificadas para eliminar a seres humanos, no más, es la locura de no controlar el pensamiento, inquietante, trascendente, impávido, y sin sentido. De locos que han quedado atrapados en el tiempo, en un tiempo indeciso, perdido, sin lugar.

―Como salir de esta realidad de ciudad―.

Hoy camino por calles que me enseñaron juegos infantiles como también el juego de la vida y a la vez un infinito sentido del horizonte… un horizonte que hoy no sé donde está, pero que sin duda aparecerá tarde o temprano… lo busco y,  sé que está ahí, tras los edificios, en algún lugar.

―En el asfalto muchos horizontes se pierden―.

He regresado a la orilla de las horas que permanecí en silencio por otras que nacieron de la palabra. Las palabras que salieron de mí, quedaron atrás, sin memoria… he regresado al mundo de los sentidos, de los sonidos, de la música, de la regresión al pasado que siempre nos perturba en sonidos de ciudad que ya no dicen nada, ―Tan solo memoria―…

Dentro de las inquietudes de viejos ideales que ya no son ideas sino recuerdos… siempre recuerdos, siempre memoria inquieta que no cesa de hacer ruido… se deben dejar los ruidos antes que ataquen, antes que alguien los escuche realmente… esos sonidos que un día tomaron forma de pensamiento definido… ya nada es igual, viejas heridas que nos hacen retroceder a lugares perdidos en medio de la nada… en medio de los silencios que definieron la vida eterna y ya no es vida, sino un lugar en un espacio inconcreto, opuesto a lo que soñamos… , quedar en el olvido, solo eso, olvido.

Me pregunto por el estado de los principios que rigen el mundo, donde queda la palabra, la visión de lo humano, donde la verdad de lo real o la ficción... todo lo escrito queda en la memoria de quien lo escribió, otros quedan en la poca memoria de la historia. Pero realmente sin nuestro pensamiento solo nos quedan las verdades a medias de un mundo que se desinfla en mentiras sin clasificar... todo cambia,  tan solo es el principio de un cambio de disfraces... de escenografías, de un guión establecido por unos locos que ignoran el significado del ser, del humano... me pregunto si ser es posible, si lo posible es tan solo un sentimiento.

Las cosas más pequeñas del mundo nos sorprenden a cada paso, cada día de nuestra vida, y esto hace que lo posible si sea real, a pesar de no ser lo que creíamos ser… a pesar de ser lo que si somos… ―parte del todo―… parte de una comunidad que se expande y nos lleva más allá de lo soñado, de lo que queremos para nuestro futuro. De todas formas el equilibrio se pierde al tercer paso de una calle mojada, después sale luz de las paredes y reapareces sentado en una silla sin respaldo… opuesta a las sillas que salen de la nada… todas la formas de equilibrio conocidas quedan inquietas, sentenciadas al olvido… expuesto a las sombras que resurgen desde la nada… desde el desequilibrio de la soledad.

El deseo de lo perpetuo queda en nuestra existencia desde que nacemos, otras nos quedamos sin esa vitalidad existencial expuesta a la mirada de los otros que quedaron sentados en perpetuas siluetas de sal, en equilibrios sin sentidos y difuminados en nombres lejanos, sentados en bancos de parques creados para este fin… la inmovilidad.

Buscamos esa magia que nos saque de ser estatua de sal, y persistir en la memoria del horizonte…?

Recorrer calles, avenidas, … rodeado de ruidos infernales en busca del tren que sale temprano; salir de esta ciudad costará mucho más de lo que pensaba… salir para encontrar el equilibrio con la naturaleza, con el agua, con el cielo, con el aíre. Salir para sentir la vida, la esencia de lo que un día fuimos, de lo que un día percibimos como parte de este mundo, parte del universo, parte del todo…  definitivamente no se es de ciudad, realmente no se es de ningún lugar. ― se pertenece al mundo―  el mundo somos nosotros, nuestro pensamiento, aunque las sillas a veces estén puestas a la inversa del escenario de la vida.



Juan Manuel Álvarez Romero©

viernes, 19 de septiembre de 2014

Sueños sin puertas






Sueños sin puertas
entradas y salidas.

De encuentro con huellas y sin huidas
sueños libres y de aire.

Sueños de esperanzas
bajo una luz de tierra y mar.


De sentir y vivir
para caminar a la libertad.

Desde un vuelo libre
para gritar allí donde la esperanza se apague

Para ser y estar, sin sombras y junto al mar
para amarte eternamente.

Para beberte en mil sorbos
en mil besos y mil silencios.


Saberte desde el río de vida que emanas
desde dentro de tu alma.

Unir nuestros mundos de miel
y nuestros cuerpos de esperanza

Desde el deseo
de vivirnos eternamente

Mijas© 2013-11-25



jueves, 11 de septiembre de 2014

Aire inmovil









La sonrisa del día
la soledad de la noche
la quietud de tu presencia

Exilio de la ausencia
del silencio
el sol que renace

las alas de la libertad
del no callar
del grito desesperado

las calles del abandono
del olvido
de la huida

la pertenencia 
sin lugar
sin aíre

el recuerdo del mar
de las nubes
del vuelo

la quietud del barro
bajo los pies
del mundo

el recuerdo 
piedra tallada
manos ensangrentadas

pigmentos olvidados
cuevas profundas
aire inmovil


el recuerdo del mar
de las nubes
del vuelo

Narón- 2014




jueves, 5 de junio de 2014

La colmena humana




La sociología y la antropología modernas coinciden en señalar que la sustancia de la cultura, o la civilización, es la tradición social, y que esta tradición social se puede modificar de manera indefinida con los aprendizajes nuevos que los hombres realizan para vivir juntos de manera mejor y más feliz // Así el estudio científico de las instituciones despierta la fe en la posibilidad de rehacer tanto la naturaleza humana como la vida social humana. (Charles Ellwood)



Vivimos encerrados en una jaula-trampa opuesta a la libertad, manejados por estamentos organizados a partir de nosotros mismos; con muy pocas posibilidades de ser creativos y optimistas a la hora modificar este camino que a lo largo de la historia fue generando normas y sistemas sociales que han ido moldeando el entorno social en que él, el ser humano, nosotros, debemos sobrevivir y desarrollarnos como individuos, como persona, pero que a la vez nos vemos convertidos en maquinas, y fuente de sostén del sistema comunitario al que pertenecemos.

A lo largo de la historia y poco a poco fuimos pasando de situaciones opresoras, guerras, hambrunas, epidemias y sobre todo transformando una cultura que al mismo tiempo iba imponiendo las formas del cómo vivir; todo esto ha ido generando la necesidad de sentirnos protegidos, por murallas, torres, castillos y por ciudades, que a su vez forman la maquina de generar la auto dependencia; de convertirnos en dependientes de los demás, y viceversa, la autodependencia de tipo mercantil, económica y consumistas que en definitiva es lo que mantiene activa y viva la maquina- jaula que una vez dentro no nos deja salir.  A la vez estas necesidades se hacen mayores cuando entras a formar núcleos familiares, y que a su vez esta genera nuevas necesidades que la comunidad ofrece a cambio del intercambio comercial, mercantil.
Así  fuimos cerrando puertas, pero evidentemente con la ayuda de un sistema siempre pendiente de cómo irse abriendo paso por cualquier rendija abierta en la comunidad, el sistema que desde su puesto ha ido beneficiándose de la buena maleabilidad de un colectivo que sufre, que es susceptible, frágil, débil en situaciones difíciles y, autodestructivo; desde esa posición ha ido forjando un método tanto económico como social cada vez más complejo y poderoso en nuestra contra. Esta vulnerabilidad ha hecho que se creen nuevas formas para que la comunidad se autocontrole, entre más dificultades tenga más dependerá del resto del colectivo y éste a su vez de un colectivo mayor y así hasta llegar a la sociedad global, y de quienes mueven la economía, de quienes se benefician de las desgracias.

El sistema no tiene la libertad que poseemos como ser individual, cada uno de nosotros es incorruptible, elevado y magnífico, unidos como uno solo somos un muro difícil de superar para los que mueven los hilos. La historias está llenas de personas que han intentado organizar a grupos y colectivos para enfrentarse al poderoso, pero siempre acaba con infiltrados que rompe al grupo, y al hacerlo rompen la fuerza que tanto teme el sistema. Pero esto sería la historia manipulada, el miedo inculcado a base de fuego y mentiras…  En grupo socialmente hablando, somos vulnerables, especialmente si no existe una fuerza de unión fuerte y sólida. Somos dependientes; esta es una de las herramientas más poderosas que ejerce el sistema  contra nosotros, a través del miedo, como por ejemplo el trabajo. Herramienta más que utilizada y reutilizada contra cualquier amenaza de unión, o forma de oponerse a la maquina. Todos somos conscientes de ello, pero no podemos modificar por su fuerza cultural y de forma de vida a la que nos vemos envuelto sin dilación, por nuestras propias necesidades sociales y dispensadoras. La ciudad, el país, la comunidad en la cual debemos movernos a diario para poder sobrevivir es sin duda, nuestra propia cárcel; la moral es otra prisión, la  ética, la educación, la política, los tabúes que desde que nacemos nos van marcando, pero que a la vez vamos marcándonos a través de nuestras propias experiencias, de la cultura en que nos tocó vivir, y la que nos transmitieron.
Hoy la razón de ser en nuestra sociedad es exclusivamente tener trabajo, sin él, la verdad que te conviertes en un antisistema, en un no valido, y eso se le llama terrorismo de masas. Es la forma más eficaz de someter a la sociedad dentro de una arquitectura social que solo ofrece esa posibilidad, o trabajas o no existes, y si no existes como parte de lo que te ofrecemos no podrás sobrevivir entre nosotros, y por desgracia es así, nosotros mismos marcamos estas diferencias entre los que nos rodean, entre aquellos que no están dentro y los que si lo están. Nos sentimos mejores cuando todos están dentro… cuando algún conocido de queda fuera se tiende ayudar, y se le apoya, pero si esto se alarga es excluido paulatinamente hasta que deja de estar entre nuestra reuniones por la sencilla razón de que pasa a ser un tipo raro, alguien que no encuentra trabajo es por algo, alguna razón habrá, y así entra más lejos mejor, así no nos nubla nuestra bella existencia.
De esta forma el sistema aniquila a millones de personas al año, y esto es un hecho, es tan real como la vida misma. Aprovecha que somos así de excluyentes, de nuestros miedos a que nos ocurra lo mismo.

Hoy vi a la señora del quinto salir deprisa, como una sombra de un rayo, imaginé que debía llegar tarde al trabajo. Pocos minutos antes su marido ya salió para abrir su negocio y ella  ya había vuelto de llevar a los críos al colegio, pero antes, así como una hora, ya había salido y vuelto de comprar el pan y inundó las escaleras del aroma a café recién hecho. Esta historia se repetía todos los días, salvo los fines de semana que faltaba la salida de los niños al colegio, pero que no quitaba que ella y su marido salieran corriendo para abrir su negocio, ya fuese sábado o domingo o cualquier día festivo en que todo el mundo descanse”.

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“El marido de la señora del quinto se quedó sin trabajo hace más de dos meses, hay que ver que cara tiene ese tipo, ella trabajando y el ahí, sentadito delante de la tele todo el maldito día, sin afeitarse, sin peinarse… desde luego, y mira ella sale entra y siempre parece feliz… debería mandar al tipo a la mierda, ella vale mucho y él un pendejo que no quiere trabajar”.
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La señora del quinto no sale ni para tirar la basura, el marido lo tiene que hacer todo, lleva los niños al colegio, le hace la comida, limpia la casa y además se lleva a los niños los fines de semana por ahí, y ella ahí, en su casa como una señora, no se vaya a romper las uñas… no se como la aguanta, debería mandarla a la mierda… no sé que se habrá creído… pobre hombre
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Vaya, la funcionaria que me vino a tocar en la ventanilla, así trabaja cualquiera,… deberían mandarla a la calle y meter a otra más competente…
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Bueno podría poner muchos más ejemplos como estos, pero prefiero no seguir…Esto por desgracia es en todas partes y de todas las formas imaginables, excluimos y gustamos de hacerlo, es lo terrible de todo esto, entramos en el juego.

Este sistema, tanto global como en pequeños grupos, comunidades, ciudades… etc… está caduco, y es hora de cambiarlo desde nosotros mismos; Sabemos como se mueve la maquina, sabemos como piensa, pero no hacemos nada., al contrario,  Podemos hacer algo y, ese algo es oponerse siempre a cualquier movimiento del sistema, siendo la única posibilidad de no ser manejados sin respuesta.
El deseo de libertad del individuo lo hace fuerte, es más, es único. Pero ….!!!
© Juan Manuel Álvarez Romero