domingo, 2 de junio de 2013

Voces de mujer






Ayer, entre pinturas inconclusas, papeles y notas que nunca se terminan, bajé a ver la exposición de “Voces de Mujer” llevaba toda la semana esperándola, y llegaba tarde, siempre corriendo a todas partes; ─pensaba por el camino─… así que comencé a correr, cosa que hago siempre, y siempre intento llevar mi cámara…

Voces de mujer no es solo un titulo, ni una imagen; es un grito, es una lucha, que no una utopia… pensaba mientras caminaba por la calle la unión; y bajaba hasta “Carreteria”, donde se encuentra el instituto de la mujer… en ese momento me sonó el móvil, y mientras hablaba, caminaba a todo correr, entre turista perdidos y coches, y todo lo que se cruza cuando llegas tarde a los sitios.
Pero no, no llegué tarde, aunque la puerta se cerraba en mis narices justo cuando puse el pie en el umbral… justo a tiempo…

Al entrar me encontré con la presentación, precedida por la directora del centro, la representante de la diputación y, la representante de amnistía internacional de Málaga que no tuvo ningún desperdicio.

Mientras en mi cabeza, se escuchaban voces transmitidas desde las fotografías que colgaban en las paredes,  con poemas de Chavela Cervantes, Inmaculada Gomez Haro, Isabel, Rosa, María Angustia Moreno, Chus María Jesus, María Ramos, Isabel, Fuensanta Martín Quero, Mercedes Martin etc… en un rio de palabras y versos que me llegaron a emocionar.
Comencé a hacer fotos mientras las palabras circulaban por el aire, y me transportaban a Egipto, a la plaza de Tahrir; pero no solo a este lugar, que en principio, fue el motivo por el que llegué hasta el evento, fue la voz de la mujer del mundo, la voz de la desesperación, de la soledad, de la desesperanza, de la humillación, la que despertaba cada vez más mi atención, mientras las voces de las poetas volaban por el patio, y a su vez, el silencio que las rodeaba en una mística que nos envolvía a todos los que allí estábamos, escuchando, absortos y mudos… y, las que por momentos me hacían sentir que todas las voces son pocas, que faltan más, que merecen y deben ser escuchadas…  las fotos y las palabras que quedaban grabadas en mi memoria y en mi alma como una huella que ya no desaparece jamás.

Sentir no basta, me decía de camino a casa, pensar que otros hacen por mí, tampoco. Pensar que todo está en otra parte y que por lo tanto a mi no me llega; tampoco.
Sentir que mientras escribo esto alguna mujer en el mundo está siendo violada, asesinada o maltratada, tampoco.

El mundo se puede cambiar, y todo esto se podría evitar teniendo conciencia, llevando la palabra y la experiencia allí, donde hace y haga falta… para al fin poder cambiar, y avanzar en una humanidad que se nos desvanece entre los dedos, entre la ideas de nuestro futuro, en una humanidad que cada vez es más consumista y más desprendida de si misma… en una humanidad que podría caminar al unísono y no lo hace… que está ocurriendo;  me preguntaba mientras subía al cuarto piso sin ascensor donde habito… por qué no somos una humanidad más creativa y constructiva a favor de ella, nuestra, nuestra propia humanidad… sin fronteras y sin muros entre pueblos y humanos… donde ninguna mujer más sea maltratada…

Al llegar al cuarto piso al fin, me puse a mirar las fotos… una por una, y mi cámara se portó bien, sacó lo que fue a sacar… la voz de la mujer, la voz de la esperanza, la voz de la paz…


Voces

Las voces del silencio// suenan
Las voces del ruido, las voces del viento//
La música del alma// el silencio absoluto// el grito.
Las palabras que no se olvidan
Los sueños// suenan
Donde queda; se percibe// ahuyenta, atrae // 
Gritos, voces, palabras 
Las voces del silencio// las voces del viento//suenan… //… suenan
Juan Manuel Álvarez Romero© Málaga -2013


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