lunes, 4 de abril de 2011

NOS SENTAMOS EN EL MEJOR ASIENTO





LA ÉTICA IMPLICITA.-
En el siglo pasado “XX” nos hemos sentidos sin duda prolijos en dictaduras cruentas y sin poner diferencias diría que todas ellas han sido fieles defensoras de la pena de muerte. La Alemania nazi, el Chile de Pinochet, la Argentina militar, la España de Franco, las dictaduras de Asia y África etc… han sido y son ejemplos aleatorios claros de la pena capital como instrumento de represión contra la disidencia… Buscar más atrás sería introducirnos en las cavernas de la prehistoria y buscar en los símbolos y pinturas en la historia de cómo la humanidad ha utilizado este medio como forma de control social.

Pero hoy no quiero entrar de lleno en el tema de la pena de muerte en si, si no en como la ley actúa sobre estos códigos sociales impuestos desde antiguo y que pase lo que pase se deben tomar y hacer cumplir…

Digo códigos, porque está en nuestra conciencia social y diría he innata, el arbitrar estas normas dentro del núcleo del colectivo, “tribu”.

Estos códigos prevalecen sean cual sean sus costes, el caso es convencer y mandar disuadir al colectivo de no cometer actos parecidos.

Con estos conceptos las religiones, las culturas, y los dogmas han sacrificado a miles de personas en pos o en nombre de un ideal, religión, represión, ideologías; esto visto en un plano mayor ha marcado las políticas dictatoriales, las normas sociales, y las normas de conducta a lo largo de los siglos sobre la humanidad. Entraríamos también en el contexto de la política disuasoria “en última instancia” con la paradoja inherente de la lógica del determinismo social; el castigo en si no cumple otra doctrina que el puro sadismo para que la amenaza sea creíble.

Ahora tomo como ejemplo una parte de un texto de Steven Pinker en el que comenta en otro contexto a este, pero que creo puedo tomar como ejemplo para explicar mi idea y dirigirla hacia donde me propongo.

“La ley a de cumplir lo que promete; Si uno que se encuentra en el corredor de la muerte intenta suicidarse, le llevamos enseguida a la puerta de urgencias, luchamos por reanimarle, le aplicamos la mejor medicina para ayudarle a que se recupere, y después le matamos.” Lo hacemos como parte de una política que cierra todas las posibilidades de “burlar a la justicia”

Bueno después de esto me voy a mi tema que no es otro que, hacemos lo mismo con la política disuasoria con otros países con otras culturas, con continentes enteros, prestamos dinero a otros países que lo necesitan para recibir a cambio un alto beneficio, como oprimirle después aun muriendo de hambre cientos de miles de personas diariamente; eso da igual, deben devolver el dinero y si mueren de hambre que no quede que no se les ayudo, ahora merecen ese castigo… ellos han tenido la oportunidad de salir adelante con nuestra ayuda pero no han sabido, así que quede claro que no merecen más ayudas. “No cabe la posibilidad que la ley sea flexible ante esta situación” el sistema nunca pierde.
Esto me recuerda a ciertos artículos de los deberes y derechos expuestos sobre los “derechos humanos”. Pero la pena es que se da por hecho que estas leyes u normas para todos iguales, es papel mojado, y esto conlleva a la naturalización de nuestros sistemas políticos y legales, que han ido creciendo en nuestra propia contra por esa dejadez de dejar que hagan las cosas por nosotros, que nos manipulen como muñecos, marionetas, que nos despreocupemos de todo porque las leyes están para protegernos, como así es, pero es evidente que con muy claras diferencias, que no es para todos igual, que unos tienen unos derechos y otros no, con una clara demarcación legal, con una fronterización, diferenciación y, sobre todo con la crueldad más deshumanizada sobre las diferencias de clases de razas y niveles sociales.

Y claro, sin querer estamos entrando nuevamente en lo que ya comenté anteriormente en otro articulo; la política del miedo. ¿Podríamos decir que la ley es aliada a la política del miedo?
Si miramos bien, todo está entrelazado y, enmarañado de tal forma que percibir o encontrar lazos cuesta, pero una vez desatados vemos que la cuerda que oprime siempre es la misma, sin cortes, ni remiendos; cada nudo en ella es una frontera, un muro, una guerra, una mentira y así nudo tras nudo… mi idea es ir desatando estos nudos, con nuevas formas de ver y comprender.

No quiero olvidarme de la esta forma de ejecutar la ley a personas, ha estados, pues es el mal llamado terrorismo internacional, que no es otro que el mismo que utiliza el sistema para obtener algo a cambio, como lo ocurrido no hace mucho con el señor Buch, cuando pedía a un país de oriente medio petróleo a cambio de ciertas personas. Esto es terrorismo político, terrorismo extremo, que en cierta medida es naturalizado por las leyes internacionales y las políticas del comercio, se miente para obtener más poder, es como “tú cállate, mientras yo obtengo más poder, y mientras provoco la anti- democratización. Mientras provoco también que tengáis que pedirme que no os bombardee más” se miente diciendo, yo no soy racista, no soy antisemita, no antinegro, no antiárabe… se finge públicamente mientra se negocia, después en casa… esto es sin duda monopolio de poder, de ser todo aquello que no se es, y esto termina siendo el terrorismo político. El que provoca el verdadero terrorismo internacional que no es otro que él mismo. Podemos decir que es una corporación con cabeza de monstruo inmoral, para así mantenerse y sobrevivir como tal, quien está dentro del sistema, está dentro de la mafia; de la corporación, de la maquina legal que cubre todo rastro de falsas verdades, para después volverlas contra su objetivo, y esto al final es siempre con el “cueste lo que cueste, primero te salvo, y después te mato”

EL HOMBRE ES EL ANIMAL MÁS NETAMENTE DEPENDIENTE DE ESOS MECANISMOS DE CONTROL ESTRAGÉNICOS, MÁS ALLÁ DE LA PIEL, COMO LOS PROGRAMAS CULTURALES, PARA ORNENAR SU CONDUCTA.
Clifford Geertz 1973


2011© Juan Manuel Álvarez Romero

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