Quiero recuperar las horas, los minutos,
los segundos, que aun estando contigo no supe apreciar, no supe ver, pero que
hoy, tiempo, vuelven a mí con sus perfumes y sensaciones mágicas que impregnaron
mi alma en silencio lentamente, segundo tras segundo sin darme cuenta. Tú, sí
tú, supiste ver en mi algo en que saciarte, algo en que entretenerte, hoy me
doy cuenta de tu paciencia, de tú sabiduría, de tus silencios en las antiguas
piedras que te hacen ser lo que hoy eres. Tú te embriagaste no solo de mi, si
no de todo aquel que supo estar en tú presencia, que estuvo a tú lado desde la
infancia del alma. Sin saberlo, has permanecido en mí, puedo verte desde la
soledad, en el silencio; desde lo más recóndito de la esencia de mí ser. Sí,
estas en mí tranquilo, estás ahí, sin saberte te puedo presentir en todo lo que
hago y soy, sin escucharte puedo intuir tus palabras, sin verte puedo apreciar
lo que caminé y, sin pedirte me lo distes todo ¿y sabes?, soy lo que soy, por
lo que me dejaste ser, por lo que dejaste en mí; el camino continua, pase lo
que pase continuaremos caminando juntos.
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