(Es momento de aullar…
Saramago)
Recorremos lugares que nos llevan a otros nuevos,
sin pedirlos, sin desearlos… pero que sin duda nos abren nuevas puertas.
Siento la extrañeza de no estar solo, siento la
extrañeza de no ver, siento la extrañeza de delirar, siento la extrañeza de mi
propia sombra... siento la extrañeza de extrañar... siento la extrañeza de la
palabra y su agramaticalidad, del lenguaje y de su gramática…
Nunca tuve anclas, ni un pie en la tierra,
sobre vuelo siempre las nubes sin ser visto, realizo viajes sin salir de casa,
camino despierto sin despertar… deambulo sin deambular, entro y salgo sin sus
contras, encuentro aquello que nunca busqué…
Y ahora cuando a veces despierto, me encuentro
con una locura infernal, un estrés imparable que lo envuelve todo; los medios y
su leguaje, el juego mediático que involucran en serios limites y limitaciones
sociales que si no se paran desde un pensamiento libre y creativo, nos
absorberán inexorablemente…
Busco en las palabras soluciones, porque los
pensamientos están casi siempre en conflicto con el corazón… me pesa el alma al
ver tantas injusticias, al ver la desolación, el exterminio de los derechos, me
pesa ver lo que ya no se ve, y lo nuevo por ver…
En los proyectos del ayer crezco en nuevos
ideales sin límites, sin huellas, sin la expansión de las nuevas palabras por
descifrar… busco respuestas a todo aquello que me provoque risas extrañas, risas
externas, risas sin sentidos.
Me busco en las palabras que me sobrepasan en
cuestiones de sentidos, de mi participación en la manada… mis ideas de libertad
que estaban claras antes y, que ahora parecen desminuir si no ando con cuidado…
entrar en el pozo es fácil… lo difícil es salir
Miro hacia fuera porque mirar desde dentro es
sopesar las tristezas que no nos deja en paz si les echamos demasiada cuenta…
las soledades andan por todas partes.
Busco en las palabras que me acompañen en mis
recorridos nocturnos por la ciudad, busco en ella la noche, porque el día ya es
sabido de movimientos mercantiles de todo tipo, en las que las palabras se
miden por otros códigos que casi no reconozco, o que quizás son nuevos para mi,
“ todo cambia” y ahora debo aprender si
no quiero terminar autista en un mundo de comunicación … me encuentro con
personas que casi no saben hablar, se les olvidó la comunicación oral; comienza
su nuevo recorrido por los silencios… las voces se pierden en la memoria, las ideas
son escritas directamente en las redes, los símbolos y códigos son otros y de
otros… los míos permanecen en equilibrio constante pero firmes con horizontes
fijos sin final, allí nunca se llega, pero es lo que hace que camine y que
siga, cuando creo llegar descubro que está más allá, en otro más distante…
Los nuevos códigos se muestran tras rostros
vacíos, sin gestos, rostros de otros, rostros de lejanías que viajan en metro o
en autobuses… luces que viajan en rostros, rostros que son símbolos… “variantes
libres” sombras expuestas en humanos.
Como entender el lenguaje sin sus rostros, sin
sus huellas de identidad… viajes entre la gramaticalidad del lenguaje y la
agramaticalidad de la palabra…
Lo mismo aplico a la mirada de los otros en los
que no existe un código legítimo con una gramática clara, con un significado
claro en sus palabras agramaticales…
No podemos dejar de ver como la lingüística
varia de estados mentales por sus complejas miserias en bocas de locos
fascistas… mensajes que transcienden a mentes peligrosas sin un código de
honor… de la moral de una sociología antropológica en busca de respuestas. Mientras
los arquitectos sociales construyen tras escenografías falsas y, con actores
manipulados por hilos, realizando una doble función.
Me pongo la mascarilla antialergias cuando leo
la prensa…
... somos sueños, esperanzas vivas... caminar
sin sueños es ir sin corazas... los sueños nos salvan, nos dan alas... nos
liberan y eso nada lo puede evitar... por eso ser sueño es ser libre... la
realidad debe viajar en la punta de los dedos de los pies, donde con el zapato
la asfixiemos... Otras utilizamos palabras que solo les están permitidas a los
niños, poetas y locos y que nos liberan de los estados de emborrachamiento
social, de medios y de locuras de voces que nos alejan de nuestra creatividad
natural, liberándonos de las sombras…
Conocemos en las artes todo aquello que nos
mostraron gritos de desesperación tras una decadencia demencial en lo social,
abstraídas de leyes y normas a cumplir, mitos expuestos a demencias abstractas
y, no deberíamos olvidarlas para evitar sombras…
En las palabras encontramos el opuesto a los
miedos, a las limitaciones a ellos y sus fronteras extraídas de la historia, de
sus raíces prehistóricas en lenguajes semióticos repletos de huellas sin
sombras…
Nos buscamos en la cuántica diaria para huir de
las sombras que ocultan del sol, despejo las nubes de un soplido, y ahuyento
las llamas, a veces con éxito y otras sin el, pero con la liberación del alma…
obtenido el éxito o no, la historia está ahí.
En las artes y en todas sus expresiones
encontramos el referente social abierto a mensajes que nos muestran un camino o
un recorrido de silencios de otros, pero que en la expresión, y en sus códigos
vemos muestras del ayer y del hoy, nunca del futuro… —“nunca hay que dudar que
se produzcan fenómenos de comunicación a nivel visual… Gilles Deleuze”— en
tiempos de crisis tanto sociales como creativos, los nuevos códigos resurgen de
cualquier lugar, son fenómenos semióticos que se engrosan en nuevas formas de
expresión… las arquitecturas sociales nos muestran nuevas formas y
posibilidades de liberación… de recrear desde lo ya conocidos, para abrir otros
nuevos… aunque el objetivo sea a la inversa.
La semiótica,
como ciencia autónoma nos muestra nuevos códigos de lenguajes, aunque no
lo sean, en la arquitectura encontramos un camino de comunicación, tanto social
como estético, que nos muestran caminos de funcionalidad comunicativa, nuevas
formas, de estética abiertas a nuevas formas y nuevos conceptos…
Los nuevos espacios sociales se cierran o se
abren, dependiendo de cada funcionalidad, de cada elemento cognitivo dentro de
la colectividad social… pero en su conjunto desaparecen con pretextos inhumanos
en nombre de la humanidad.
Juan Manuel Álvarez Romero. Escritor y pintor®
- 2012-08-17
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