lunes, 29 de abril de 2013

La mirada












La mirada, esa mirada que buscamos constantemente en los ojos de los otros, en los ojos de un niño,de un amigo, de una amante... en los ojos de una abuela;  en los delirios ajenos, en las voces que hablan y hablan,  en los silencios nuestros y de los otros.
La mirada que buscamos en las palabras, en el papel en blanco… en el horizonte sin definir, en las montañas por conquistar.
La mirada que deseamos en nuestra almohada, bajo nuestras sabanas, junto a nuestros sueños.
La mirada que desdeñamos un día y que hoy echamos de menos.
La mirada al corazón, y al corazón que amamos y, añoramos para nuestra vida.
La mirada perdida, la ausente, la cómplice.
La mirada de nuestra vida, de nuestro mundo.
La mirada que vemos en el hambre, en la guerra, en el caos que rige  el mundo.
La mirada, esa mirada a un tsunami, a un tornado, a un camino.
La mirada a los bosques milenarios que desaparecen y no por catástrofe natural, al aíre, a la tierra que se nos desmorona entre los dedos como el agua que comienza a desaparecer.
La mirada, esa mira ancestral que ya no recordamos como parte de nuestra alma.
La mirada, esa mirada de niño que perdimos por el camino y que hoy buscamos como parte vital de nuestra existencia humana.
La mirada al infinito por descubrir, conquistar y, en muchos casos, por recuperar//.
La mirada que se cruza en nuestros caminos, y nos avisa de que no hay un mañana, para otra mirada más.

Juan Manuel Álvarez Romero©2013-

domingo, 28 de abril de 2013

Al destino...

 






 ¿Y tú? donde estarás, sé que andabas pintando paisajes en el mundo de los sueños; el mundo que tu y yo imaginamos una vez y que luego hiciste solo tuyo… sé que estas allí, en ese lugar sin nombre, gozándolo tu solo. No le pusimos dirección, ni ciudad, ni país. Pero sabíamos que podría estar en cualquier parte de este mundo o de cualquier otro, en algún lugar del espacio tiempo, indefinido mundo, al que yo no logré alcanzar contigo. Me volví a recoger mis bártulos y cuando regresé ya no estabas… te montantes en el tren sin mi… y el que yo cogí nunca te alcanzó. Malditos bártulos, ¿porqué debemos cargar con ellos? Y tú pensaste que yo no volvería. Te sentirías tan mal como yo al descubrir que no estaba… supongo. Hiciste bien, espero; mi vida ya no fue igual nunca más… y supongo que la tuya tampoco.

Yo sigo en mi mundo, ese mundo que cree para aliviar tu ausencia, esa ausencia que solo lleno imaginándote en nuestro mundo, te imagino en él, sentado ante el mar, el mar que soñamos… y que está ahí, ante mi, pero con tu ausencia. . 

Juan Manuel Álvarez Romero©2013

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Horas










Horas


Es hora de horas, de silencio de silencios,  bullicio de sentidos vacíos.
Es hora de horas, de palabras llenas de almas, de vidas ajenas a la mía, de soledades unidas a otra vida por vivir.
Es hora de horas, de árboles frondosos de frutos prohibidos, de besos perdidos, de abrazos sin abrazos.
Es hora de horas, de cielos cubiertos de nubes, de lluvia de lágrimas, risas y anhelos.
Es hora de horas, de montañas por conquistar, de valles sin horizontes, de horizontes lejanos pero perennes.
Es hora de horas, de minutos, silencios rotos por el recuerdo de tu mirada, del sonido de tu voz,  y el aíre que llegamos a respiramos juntos.
Es hora de horas,  partida al infinito, de huida a ningún lugar, de pensamientos unidos tan solo por recuerdos.
Es hora de horas, de huellas de futuro, de hullas de pasado, de huellas del presente…
Es hora de horas, de segundos relámpagos, de luces del alba, de música celestial bajo la luna.
Juan Manuel Álvarez Romero©2012

viernes, 7 de diciembre de 2012

Como pájaro de papel.-


                                                Juan Manuel Álvarez Romero© 2012
                               

Como pájaro de papel.-
Nómada
Hoy como siempre, me levanto tarde,  el peluquero sigue recortando,  la nevera sigue igual,  el autobús se escapa,  el mundo se queda del mismo modo,  la humanidad se transforma en algo que deja sin respiración... las sonrisas de venden, el hambre se compra, la libertad se queda apartada para otro momento... las calles se llenan de turistas que miran y miran y nadie se queda. 

Hoy como siempre el paseo se queda en un sueño, y los sueños siguen su camino. Porque son los únicos que no se deben cambiar,  son los que nos salvan,  nos hacen sentir que seguimos en el camino… vivos… hoy más que ningún día del año, se siente el impulso de seguir caminando, de no mirar hacia atrás, hoy como siempre nada es igual

Como en esos sueños, que no recuerdas bien al día siguiente, los que te hacen sentir con ganas de seguir durmiendo para poder proseguir, para retomar el hilo del mismo.
Me desperté con esa sensación de  no poder terminar un dulce sueño en el que no existían  las palabras, solo música, sonidos de agua, tierra y mar… donde todo se transformaba en bellas palabras, de esperanzas y sueños, sonidos hermosos y maravillosos que cubrían el cielo con aíres de libertad, de esperanzas, de igualdad.
Al poner los pies en el suelo, estos se hundieron en un lecho de barro frio; en ese momento el cuerpo reaccionó y, despertó todos mis sentidos, me olvidé de la necesidad de buscar un café, olvidé de pronto donde estaba. Mi mente se perdió en un estado de confusión y de perplejidad al no saber muy bien que era aquello.
Aún sentado en la cama, miré a mí alrededor, buscando una explicación, buscando la realidad que la noche antes abandoné. Ahora solo podía percibir el frio lecho de barro, mi cuerpo se paralizó, como también mis sentidos, mis horas preestablecidas, mi rutina no estaba en lo normal.
Intenté ponerme de pie, pero un tronco inmenso me golpeo en la frente, esto hizo que me volviera a sentar de nuevo en lo que antes era mi cama y ahora  una piedra fría.
El barro se convirtió de pronto en agua, y los peces me daban en  los pies  pequeños bocaditos.  Los pájaros se adentraron en la habitación y las ramas de inmensos árboles  lo invadieron todo, los sonidos de un maravilloso bosque se adentró en mis sentidos; en mi entorno todo era paz y tranquilidad. Poco después conseguí reaccionar, cuando el agua ya llegaba a mis rodillas, y los muebles comenzaron a flotar por la habitación…
Las paredes dejaron de existir,  y  a su vez se transformaron en troncos;  entre ellos resplandecía un radiante sol… Fue cuando percibí sombras que aparecían y desaparecían…  lo mismo era de día que de noche, lo mismo corría el aíre, como se apaciguaba en un estado de calor húmedo y sofocante…
Caminé por aquél río de sueños hasta llegar a un claro del bosque ancho y extenso, donde la luz lo invadía todo… donde no era posible divisar con claridad todo lo que me rodeaba. Pero sin duda los bosques ya no estaban, el rio se convirtió en asfalto, un semáforo rojo me advertía que estaba en un atasco y en medio de la ciudad…  de pronto las sirenas de las ambulancias me sacaron de esta ilusión matinal, y antes de llegar a ningún lugar, pude comprobar que la ciudad ya no era la misma…   que sin duda no estaba en mi habitación…  como un pájaro de papel,  me quedo sin alma ante tanto hormigón.
Juan Manuel Álvarez Romero© 2012























Las horas

No pude ver el pequeño árbol que brotaba junto al río,
No pude ver las palabras que me dijiste un día y que hoy recuerdo en susurros ya lejanos, pero permanentes en mí.
No pude ver la verdad que tus mensajes me transmitían en luces de neon
No pude ver cuando te alejaste de mí
No supe entender tus miradas
No supe llorarte
                           ***
Nunca nos conocimos del todo
Nunca estuvimos juntos
Nunca llegamos hacer el amor
Nunca nos besamos
Nunca tuvimos hijos
Nunca existimos del todo
Aun así te amo
                          ***

Te amo, aun no habiendo estado nunca junto a ti
Te amo, aun sabiendo que nunca me viste
Te amo, aun sabiendo que nunca te vi
Te amo, estando junto a ti
Te amo, lejos de ti
Te idolatro
Te siento
Te palpo
Te quiero
                         ***

Hoy el árbol ha crecido
Hoy el árbol da sombra sobre este hogar
Hoy sé que estarás junto a mí
Hoy estarás junto a mí…



Juan Manuel Álvarez Romero 2012-04-26

domingo, 25 de noviembre de 2012

Alas hasta el alba







Alas hasta el alba, horas que se llenan de palabras y sonidos... música que alimenta, silencios que transcurren sin sombras, sombras que son sonidos, luces, estrellas, día que se aproxima ... vida que espera "ser" atrapada ...

Alas para la mañana, que avanza sin tregua hasta el sol que cubre mi rostro desnudo de luces.

Alas para la tarde, que persigue a la noche como delirio.

Alas para la noche, que llega como gran sombra sobrecogedora, que me arropa bajo el manto blanco de la luna.
                                                           ***

Alas eternas que me lleven al infinito cielo  cubierto de sueños en forma de nubes que me acogen y, que de mil formas me arrastran a los sueños que se debaten entre la noche y el día.

Alas perpetúas entre el ave fénix y la mítica tierra que sueña  ser fecundada por la vida.
                                                           ***

Alas  para la tierra que llama al cielo, el cielo que mira a la tierra, ambos se aman,  crean y crecen infinitamente hacia horizontes definidos en cumbres inexpugnables. Entre abismos de grandeza, entre sueños imperecederos que van creciendo hacia lo desconocido. 


2012-07-30®Juan Manuel Álvarez Romero

lunes, 5 de noviembre de 2012

sentir









Hoy no quiero hacer el amor contigo
Hoy tan solo quiero abrazarte
Tan solo sentir tu piel
Tan solo observarte
Hoy no quiero que hagamos el amor
Tan solo respirarnos
Sentir nuestras piernas unidas, entrelazadas
Olernos
Vernos
Tocarnos
Escuchar nuestros silencios
Escuchar como duermes
Escuchar tu silencio
Sentir nuestro amor, tal es
Juan Manuel Álvarez Romero
―©2012-11-06