miércoles, 12 de diciembre de 2012

Horas










Horas


Es hora de horas, de silencio de silencios,  bullicio de sentidos vacíos.
Es hora de horas, de palabras llenas de almas, de vidas ajenas a la mía, de soledades unidas a otra vida por vivir.
Es hora de horas, de árboles frondosos de frutos prohibidos, de besos perdidos, de abrazos sin abrazos.
Es hora de horas, de cielos cubiertos de nubes, de lluvia de lágrimas, risas y anhelos.
Es hora de horas, de montañas por conquistar, de valles sin horizontes, de horizontes lejanos pero perennes.
Es hora de horas, de minutos, silencios rotos por el recuerdo de tu mirada, del sonido de tu voz,  y el aíre que llegamos a respiramos juntos.
Es hora de horas,  partida al infinito, de huida a ningún lugar, de pensamientos unidos tan solo por recuerdos.
Es hora de horas, de huellas de futuro, de hullas de pasado, de huellas del presente…
Es hora de horas, de segundos relámpagos, de luces del alba, de música celestial bajo la luna.
Juan Manuel Álvarez Romero©2012

viernes, 7 de diciembre de 2012

Como pájaro de papel.-


                                                Juan Manuel Álvarez Romero© 2012
                               

Como pájaro de papel.-
Nómada
Hoy como siempre, me levanto tarde,  el peluquero sigue recortando,  la nevera sigue igual,  el autobús se escapa,  el mundo se queda del mismo modo,  la humanidad se transforma en algo que deja sin respiración... las sonrisas de venden, el hambre se compra, la libertad se queda apartada para otro momento... las calles se llenan de turistas que miran y miran y nadie se queda. 

Hoy como siempre el paseo se queda en un sueño, y los sueños siguen su camino. Porque son los únicos que no se deben cambiar,  son los que nos salvan,  nos hacen sentir que seguimos en el camino… vivos… hoy más que ningún día del año, se siente el impulso de seguir caminando, de no mirar hacia atrás, hoy como siempre nada es igual

Como en esos sueños, que no recuerdas bien al día siguiente, los que te hacen sentir con ganas de seguir durmiendo para poder proseguir, para retomar el hilo del mismo.
Me desperté con esa sensación de  no poder terminar un dulce sueño en el que no existían  las palabras, solo música, sonidos de agua, tierra y mar… donde todo se transformaba en bellas palabras, de esperanzas y sueños, sonidos hermosos y maravillosos que cubrían el cielo con aíres de libertad, de esperanzas, de igualdad.
Al poner los pies en el suelo, estos se hundieron en un lecho de barro frio; en ese momento el cuerpo reaccionó y, despertó todos mis sentidos, me olvidé de la necesidad de buscar un café, olvidé de pronto donde estaba. Mi mente se perdió en un estado de confusión y de perplejidad al no saber muy bien que era aquello.
Aún sentado en la cama, miré a mí alrededor, buscando una explicación, buscando la realidad que la noche antes abandoné. Ahora solo podía percibir el frio lecho de barro, mi cuerpo se paralizó, como también mis sentidos, mis horas preestablecidas, mi rutina no estaba en lo normal.
Intenté ponerme de pie, pero un tronco inmenso me golpeo en la frente, esto hizo que me volviera a sentar de nuevo en lo que antes era mi cama y ahora  una piedra fría.
El barro se convirtió de pronto en agua, y los peces me daban en  los pies  pequeños bocaditos.  Los pájaros se adentraron en la habitación y las ramas de inmensos árboles  lo invadieron todo, los sonidos de un maravilloso bosque se adentró en mis sentidos; en mi entorno todo era paz y tranquilidad. Poco después conseguí reaccionar, cuando el agua ya llegaba a mis rodillas, y los muebles comenzaron a flotar por la habitación…
Las paredes dejaron de existir,  y  a su vez se transformaron en troncos;  entre ellos resplandecía un radiante sol… Fue cuando percibí sombras que aparecían y desaparecían…  lo mismo era de día que de noche, lo mismo corría el aíre, como se apaciguaba en un estado de calor húmedo y sofocante…
Caminé por aquél río de sueños hasta llegar a un claro del bosque ancho y extenso, donde la luz lo invadía todo… donde no era posible divisar con claridad todo lo que me rodeaba. Pero sin duda los bosques ya no estaban, el rio se convirtió en asfalto, un semáforo rojo me advertía que estaba en un atasco y en medio de la ciudad…  de pronto las sirenas de las ambulancias me sacaron de esta ilusión matinal, y antes de llegar a ningún lugar, pude comprobar que la ciudad ya no era la misma…   que sin duda no estaba en mi habitación…  como un pájaro de papel,  me quedo sin alma ante tanto hormigón.
Juan Manuel Álvarez Romero© 2012























Las horas

No pude ver el pequeño árbol que brotaba junto al río,
No pude ver las palabras que me dijiste un día y que hoy recuerdo en susurros ya lejanos, pero permanentes en mí.
No pude ver la verdad que tus mensajes me transmitían en luces de neon
No pude ver cuando te alejaste de mí
No supe entender tus miradas
No supe llorarte
                           ***
Nunca nos conocimos del todo
Nunca estuvimos juntos
Nunca llegamos hacer el amor
Nunca nos besamos
Nunca tuvimos hijos
Nunca existimos del todo
Aun así te amo
                          ***

Te amo, aun no habiendo estado nunca junto a ti
Te amo, aun sabiendo que nunca me viste
Te amo, aun sabiendo que nunca te vi
Te amo, estando junto a ti
Te amo, lejos de ti
Te idolatro
Te siento
Te palpo
Te quiero
                         ***

Hoy el árbol ha crecido
Hoy el árbol da sombra sobre este hogar
Hoy sé que estarás junto a mí
Hoy estarás junto a mí…



Juan Manuel Álvarez Romero 2012-04-26

domingo, 25 de noviembre de 2012

Alas hasta el alba







Alas hasta el alba, horas que se llenan de palabras y sonidos... música que alimenta, silencios que transcurren sin sombras, sombras que son sonidos, luces, estrellas, día que se aproxima ... vida que espera "ser" atrapada ...

Alas para la mañana, que avanza sin tregua hasta el sol que cubre mi rostro desnudo de luces.

Alas para la tarde, que persigue a la noche como delirio.

Alas para la noche, que llega como gran sombra sobrecogedora, que me arropa bajo el manto blanco de la luna.
                                                           ***

Alas eternas que me lleven al infinito cielo  cubierto de sueños en forma de nubes que me acogen y, que de mil formas me arrastran a los sueños que se debaten entre la noche y el día.

Alas perpetúas entre el ave fénix y la mítica tierra que sueña  ser fecundada por la vida.
                                                           ***

Alas  para la tierra que llama al cielo, el cielo que mira a la tierra, ambos se aman,  crean y crecen infinitamente hacia horizontes definidos en cumbres inexpugnables. Entre abismos de grandeza, entre sueños imperecederos que van creciendo hacia lo desconocido. 


2012-07-30®Juan Manuel Álvarez Romero

lunes, 5 de noviembre de 2012

sentir









Hoy no quiero hacer el amor contigo
Hoy tan solo quiero abrazarte
Tan solo sentir tu piel
Tan solo observarte
Hoy no quiero que hagamos el amor
Tan solo respirarnos
Sentir nuestras piernas unidas, entrelazadas
Olernos
Vernos
Tocarnos
Escuchar nuestros silencios
Escuchar como duermes
Escuchar tu silencio
Sentir nuestro amor, tal es
Juan Manuel Álvarez Romero
―©2012-11-06

viernes, 2 de noviembre de 2012

25-3-2011 JOSÉ LUIS RUBIO








25-3-2011

Buenas tardes. Sentarse ante unos folios en blanco y ponerse a escribir es una ventura. Una aventura apasionante. Una aventura realista, imaginativa, hermosa, dramática, de ayer, de hoy, de mañana. Una aventura que desarrollamos en forma de poema, de cuento, de relato corto, de novela, de historia, de biografía, de teatro, de radio, de televisión, de cine, de tebeo o de periodismo. Una aventura, como digo, siempre apasionante.

Nuestro escritor de hoy, Juan Manuel Álvarez Romero, como otros muchos escritores, inició su aventura, escribiendo poemas, pero esta segunda sesión del café literario, nos presentará, nos desmenuzará, su primera novela que tiene una gran carga dramática.

Juan Manuel antes de coger la pluma mezclaba colores en el lienzo y realizó exposiciones en solitario y con otros pintores en Sevilla, su ciudad natal, y en otras ciudades europeas. El color y el dibujo empleado siempre remarcados por negros y rojos dan a sus creaciones un ritmo. También trabajó, Juan Manuel, antes de aventurarse a plasmar letras sobre un papel, el mármol, la piedra y materiales de reciclaje. También ha colaborado en la ambientación de películas y óperas. 

En definitiva Juan Manuel antes de aventurarse en la novela ha recorrido otros muchos caminos del arte y de todos ellos ha ido extrayendo unas esencias que ha añadido a su personalidad y a su formación autodidacta permitiéndole ese bagaje plasmar, en las 170 paginas, de su novela una historia llena de vida y fuerza.

De Sevilla, ciudad hermosa, que tiene un color especial como dice la copla, pero yo añadiría que también tiene un olor especial, sobre todo ahora en primavera, cuando los naranjos están en flor, y donde inspirarse no es difícil, nos viene Juan Manuel que quiere aquí, en Conil, junto al mar seguir inspirándose.

Ahora Juan Manuel nos hablará de su ópera prima, El hijo de las costureras.

2011© JOSÉ LUIS RUBIO

lunes, 22 de octubre de 2012

Nómada Relato “Ilumina tú parte”



                                              










Nómada
Relato “Ilumina tú parte”

Pese a tantas y tantas desgracias como hemos heredado es preciso reconocer que se nos ha legado una libertad espiritual suma. A nosotros corresponde utilizarla sabiamente, reducir la imaginación a la esclavitud en virtud de aquello que con grosero criterio se denomina felicidad, es despojar a cuanto uno encuentra en los más hondo de si mismo del derecho a la justicia, a permitirse llegar a saber de si y de cuanto rodea eso que puede llegar a ser…. 

Andre Bretón “Primer Manifiesto Surrealista”

    En las calles, resurgen las cenizas de las que un día forme parte, tarde o temprano uno vuelve a reconstruirse, a crecer y seguir viviendo… la monotonía a veces hace que el horizonte se aleje y se difumine en sueños perpetuos que no parecen llegar nunca… aunque están ahí… tan cerca y tan lejos a la vez…

En nuestros recuerdos están aquellos que nos dejaron su impronta, su sabiduría, amor y vida... En nuestra mente liquida resurgen las palabras sólidas de las personas que amamos y amaremos siempre...En nuestros ideales, principios, consciencia, aparecen también las huella de lo inesperado... insólito, o perdido para siempre, y recuperado en nuestros corazones...

Lo que ocurre cuando dejas el camino, no es otra cosa que el vació y la incertidumbre de no encontrar las huellas de vuelta a la encrucijada… 

Emigrar, salir en estampida, o hacerme un proyecto donde la meta sea la huida, ¿pero hacia donde?… siempre hacia lo desconocido.

El suelo de la calle refleja los viejos neones de la vieja alameda, muchos rotos, incoloros por el desgaste del tiempo; existen huellas del tiempo en algunas fachadas de los edificios, o al menos de tiempos en los que la vida era distinta a los de hoy… ―quizás, no estoy seguro―, pero a lo lejos veo siluetas conocidas, quizás huidizas a la realidad, o quizás lejanas en el tiempo, me parecieron fantasmas del ayer,  junto con sombras que no dejan ver bien la luz del día que se aproxima… mi huida es sin duda hacia la luz, hacia la luz que desprenda una línea divisoria que ayude en verdad a la huida definitiva de este mundo surrealista… de falsos prejuicios, destrucción de principios, de dignidades humanas, de vidas corridas por ideales ajenos hasta entonces por ellos mismos.

En la calle donde habito, surgen huellas del pasado que ya no recordaba, en la calle donde habito resurgen huellas que me hicieron olvidar quien soy…

Se comienza a caminar solo,  y termina con cientos de almas humanas… otras continuas solo, con esos proyectos que nos hacen seguir, sin abandonar lo que nos hizo comenzar, a veces se difuminan en confusas ideas que nos desvían… y me pregunto porqué caminamos en zig-zag y no en línea recta, como sería lo lógico… ¿o quizás sea yo el que no encuentra esa línea divisoria entre el cielo y la tierra?

Es complejo ponerle nombre a las luces y sombras que resurgen del pasado con nuevas lentes, nuevas palabras ya olvidadas, como realidad, ficción… sentido, vida, libertad… aunque la palabra libertad nunca llegó a ser, solo es una utopia colectiva y que solo la conseguimos individualmente… es posible siempre que no se mezclen los extremismos… nada es bueno desde el fascismo, la historia no lo ha demostrado mil veces…

¿Se puede vivir entre la realidad y la ficción sin pecar de realista, o viceversa? Me lo pregunto cada mañana mientras busco al ave fénix entre las nubes, entre las sombras que me impiden levantarme de la cama y salir fuera, y ver la realidad, no mía, pero como si lo fuera, cuando arrastro mi cuerpo fuera, transito por calles, paso por coches aparcados durante semanas en el mismo lugar, las cosas se repiten diariamente… las mismas caras que se cruzan en mi camino, los mismos camareros que me saludan al pasar, y para cambiar la rutina algunas veces me paro a tomar algún café… después me encamino al mercado… no sé si decir que son las mismas frutas de la semana pasada, las mismas verduras con algunas manchas que anuncian que han estado guardada en cámaras… las mismas ancianas que compran solo para el día; y  así tener el mismo motivo para salir a la calle, día tras día, aunque solo sea por unas horas, al encuentro de alimentos, de palabras amables, de sonrisas de complicidad entre ellas.  Intercambio saludos para así sentirme vivo por unos instantes, intercambiar palabras con los tenderos, palabras que salen espontáneamente, por no ser tan serio… y que ellos agradecen como lo agradezco yo, palabras, a veces con sentimientos y otras por instinto de cordialidad… ¡buenos días!... ¿como va todo?... ¿quien ganó ayer el partido?

De regreso a casa la parada en el estanco, un paquete de cigarrillos algunos días, otros un mechero por no andar pidiendo fuego… otras una parada en otro bar para leer la prensa mientras me tomo mi segundo y ultimo café del día… pero antes de entrar está la señora que me pide todos los días un vaso de agua, mientras me cuenta que espera que abra el dentista a las cinco y media, ─¡señora son las nueve de la mañana!─… y así a diario, y no solo a mi si no a todo aquel que entre… ─la señora de la barra se lamenta, por la cantidad de vasos que la anciana se lleva después a casa─.
Después intercambiar algunas palabras con algún conocido sobre la política, esto me recuerda a Aristóteles, otras sobre el tiempo, sobre mis hijos o los de otro… ─interesante─…  otra señora al salir me pide un poema… los que saben que escribo me preguntan a diario por mi nuevo libro… pero los esquivo, cambio de acera. No hay nada más torturador que te lo pregunten a diario… ¿no saben que escribir es algo que surge, fluye… uno no busca escribir un libro todos lo días… porque sencillamente no salen por arte de magia, salen cuando uno menos se lo espera… de mil trozos, de mil ideas guardadas en carpetas, de una mirada… uno escribe y escribe… cosas que la mayoría de la veces no sirven para nada… me cabreo y cambio de pensamientos… busco pensamientos continuamente, en paginas de libros, en fachadas, en los rostros que se cruzan conmigo.

Los libros últimamente los leo desde la mitad, y voy de a delante atrás, o viceversa… otras me zampo documentales tan largos que me olvido del tiempo… otras me voy a la biblioteca a mirar lomos de libros y alguna vez que otra saco alguno y me lo bebo. Creo que mi vida es un caos, ¡un puro caos!… no encuentro ese equilibrio perfecto que se encuentra cuando encuentras la historia a contar… cuando no tienes noción de lo que ocurre a tu alrededor. No escuchas nada, no ves nada, no sientes nada… si suena el teléfono, sencillamente no lo coges, si llaman a la puerta sencillamente no existes. En esos momentos te olvidas si saliste a la calle a buscar comida, a leer la prensa, a saludar al tendero o al camarero del bar de la esquina.

En fin, no era esto lo que estaba contando… me desespera que me pregunten, que me persigan, digo o pienso… me gusta el silencio, la soledad… la tranquilidad. Quiero irme de este país, este barrio, de este mundo si fuese posible… huir donde nadie te pregunte, nadie sepa quien eres, nadie mire como compras, caminas, miras… donde nadie necesite de mi presencia… pero eso solo es cuando estoy así… Después viene el deseo de no estar solo, la necesidad imperiosa de salir a buscar y sentir la vida a mí alrededor… a buscar los saludos cordiales de cada día, de cada mañana, de leer la prensa, de escuchar música, de ver los mismos coches en el mismo lugar… de perseguir sueños, de recordar y de sentir. De estar en el lugar que siempre soñaste y de algún modo, una vida sencilla… donde estés con la persona amada… donde puedas compartir tus deseos y pensamientos… donde lo que pienses si que importe. Donde lo que ames sea lo más importante, donde lo que vives te regenere… al menos cada mañana miro al cielo buscando al ave fénix para ver si trae las nuevas de un día diferente y por fin realmente-ficticio, he iluminado.
Ilumino mí parte, quizás para que otros no tropiecen en la misma rutina que yo cuando no veo al ave fénix.  



Juan Manuel Álvarez Romero.- ®2012-10-21para letras, revista literaria
http://www.alvaeno.com/LetrasTRLnoviembre2012.pdf