domingo, 6 de febrero de 2011

CUANDO ME SIENTO ANTE TI


Cuando me siento ante ti, siento el vértigo del paisaje. Las horas pasan volando como gaviotas que se lanzan al agua por un pescado. La sonrisa de un niño me llama la atención. El ruido de un coche que arranca abajo en la calle. La música que marca los minutos. Las horas que se asoman y se van.
Cuando me siento ante ti, me quedo en blanco. No puedo pensar. Me abstraigo con cualquier movimiento sonoro o visual.
Cuando me siento, dejo de sentir. De vivir. De caminar.
Escribirte se convierte en un golpe seco que me provoca que los dedos dejen de teclear.
Los paisajes vuelven a aparecer. Tú sonrisa asoma y me da la energía para recomenzar.
Tú, papel, que me asombras con tú sabiduría, con tú silencio blanco y tú mundo interior.


Diario de abordo.-2011© Juan Manuel Álvarez Romero

miércoles, 2 de febrero de 2011

CARTA AL DOLOR

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CARTA AL DOLOR:

Cundo miro en mi interior, sólo veo silencio. Ese silencio de no mirar quizás la huellas del dolor.
El dolor es algo que más de tres millones de personas padecen y que normalmente es debido a lesiones graves o producidas por el cáncer.
Luego tenemos el dolor del corazón, este provoca la muerte en muchos casos por angustias y desidias, otras provoca ansiedad y soledad.
Pero el escribir de esto no es solo por el tema en si, no, es también por mostrar que se puede tener esperanza, que el dolor surge y sale como le viene en gana. Atormentando y torturando.
Solo la mente puede distraerle, la curiosidad en las cosas, la curiosidad de vivir, de mirar aquello que no conocemos y que debemos conocer. El dolor surge del descuido mental, es duro lo sé. Llevo diez años con dolor crónico. Pero quiero decir que después de probarlo todo y cuando digo todo es todo, desde estimuladores medulares, a mórficos, terapias, ejercicios, puedo decir que solo he encontrado alivio a través de la conciencia, de tener la mente distraída, de sentir que lo que me rodea, hasta lo más mínimo merece la pena descubrir, analizar, investigar… luego está la creatividad que no todos tenemos… pero que en mi caso me ha sacado de muchas batallas internas, cuando ya nada daba alivio.
Hoy, paseando por la playa, miraba y pensaba en la inmensidad del mar, en su mundo submarino, en su vida interna… en lo que muestra y deja ver. Y también en lo que no deja ver. Esa parte es la que más me interesa, la que no se deja ver, pues en ella está la clave para mitigar el dolor por unos instantes al menos, razonar y cuestionarse.
Pensar en la parte del cerebro que provoca el dolor es sentir dolor, mejor pensar en la parte que no conocemos de las cosas; caminar, pensar, luchar, mirar al frente y no rendirse, es más loable.
Me hundí en un océano que no conocía, el dolor. Por su culpa tuve que dejar de hacer muchas de las cosas que he amado, como esculpir, trabajar físicamente con las manos, el tacto, el pulso, es algo que me fascina y que al no poder me llevó a un estado descontrolado, asustado, oscuro… donde solo el dolor es el dueño de la situación. Bueno, quien lo sufra sabe de que hablo; hoy puedo decir que he llegado a controlar el cuarenta por ciento de este gracias a la literatura, a escribir; también a observar, a sentir de otra forma más positivas las pequeñas y grandes cosas de lo cotidiano, amar, descubrir y sentir que mi corazón aun late por el amor, enamorarme del día que nace y la noche que muere, de una mirada, de una sonrisa… de un color, de una hormiga que arrastra un trozo de pan mil veces más grande que ella, del aíre, del olor, de la brisa, del mar, de la tierra…
Quisiera compartir este texto con todos aquellos, que como yo, padecen el dolor como el buen día de cada día, de cada semana, mes, año, decir en resumen que tan solo con amar a la vida en su totalidad puede aliviar y mejorar nuestro sentir.

*DENTRO DE MUY POCAS HORAS, OCURRIRÁ UN MILAGRO; EL AMANECER. AMANECER A UN NUEVO DÍA, DESDE ESTE PUNTO DE VISTA. DESDE EL INTERIOR. DESDE EL ALMA. DESDE LA SOLEDAD. EL SOL BRILLARÁ NUEVAMENTE... Y EL CAMINO CONTINUARÁ HASTA NUESTRAS PROPIAS FRONTERAS.
Juan Manuel Álvarez Romero. 2011

CARTA AL DOLOR

lunes, 31 de enero de 2011

León Battista Alberti (1404-1472),


Juan Manuel Alvarez Romero | Su aportación artística sin duda, marcó un nuevo modo de ver al artista cuando a éstos se les consideraba como artesanos o canteros
El arquitecto, pintor, escultor, literato, jurista, atleta y filósofo León Battista Alberti (1404-1472), autor de tratados como el De Re Edificatoria, tratado de arquitectura realizado por petición del papa Nicolás V, editado en 1485. Creador sin duda de una teoría de la arquitectura y el urbanismo con la mentalidad humana que ha sobrevivido hasta nuestros días.
Debo resaltar su producción literaria y una obra en particular Momo,  obra que influyó en gran parte de la literatura del Siglo de oro… Su aportación artística sin duda, marcó un nuevo modo de ver al artistacuando a éstos se les consideraba como artesanos o canteros “en el caso de los escultores”, fue unos de los primeros en usar la palabra “arte y artista” después ya llegarían los Médicis.
Se puede decir también que sus tratados, tanto de pintura como de escultura y por supuesto arquitectura influyeron en los grandes del periodo renacentista (Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel, Rafael y demás). Influyó también en el pensamiento y surgimiento del humanista, “después de una lugrube edad media” en las Bellas Artes y en el pensamiento estético como categorías y como valores universales, sin Alberti y sus aportaciones sería imposible comprender los períodos más fructíferos del hombre, el Renacimiento y el Humanismo, aportados de antemano al Quattrocento y abriéndole las puertas a éstos.
Al mundo literario le aporta gran número de libros, (De la pintura y otros escritos de arte, el ya mencionadoMomo, sobre la escultura, y otros escritos) Gran conocedor de la literatura clásica, y rescatador también de libros en las abadías abandonadas por monjes y bibliotecas en las que se encontraban ejemplares únicos de Luciano, Tácito, por no mencionar más; se le llega a confundir con ellos en sus escritos. (Se dice que en la biblioteca de Cervantes había un ejemplar delMomo o del príncipe, (“Obra de claros signos mitológicos”), su obra más conocida. Para quien no lo conozca, debo decir que se pierde una parte de la historia de la literatura; después de el De Re Edificatoria, incluso su influencia se percibe en el planteamiento del Hidalgo don Quijote. Su personalidad, algo inestable y taciturna, activa y creativa, le llevó incluso a diseñar jardines. Algunos biógrafos le otorgan la invención de la topiaria (escultura en setos); bajo la protección de Piero de Médicis convoca un certamen poético con el lema “la amistad”
Hombre inestable donde los haya, ambiguo, insatisfecho con el mundo que le ha tocado vivir, actuando ante él y ante el poder y la Iglesia con una gran capacidad para poder sobrevivir. [Juan Manuel Álvarez Romero, Sevilla, España, pintor, escultor y escritor]


Algunos autores actuales como Ricardo Piglia o Enrique Vila Matas creen en la metaliteratura; yo también. Creo en la creación de libros a partir de otros libros, creo en el diálogo con otros autores y con otros personajes; creo en el respeto a los clásicos y en la inmortalidad de los mismos. Cualquier aspecto de la realidad, de la litaratura, de la cultura o del arte (y todos estos devienen en elementos trascendentes: ¿acaso Don Quijote, sino más real, es, desde luego, infinitamente más trascendente que cualquiera de nosotros?). Tenemos un libro El hijo de las costureras de Juan Manuel Álvarez Romero. Ya hay pues, con quien dialogar y algo que podemos ficcionalizar. Hablemos con las obras que suele ser mejor que hacerlo con los autores (y sigo la máxima de D. H. Lawrence "cree al cuento, no al cuentista"). 

            Enfrentado a la lectura de El hijo de las costureras, he visto una dualidad. Para mi hay allí una evocación y al mismo tiempo una narración social. A veces las veo unidas como el Bien y el Mal en los hombres, inseparables según San Agustín; en otras ocasiones me digo en estas páginas hay mucho más de realismo social, en estas otras mucho más de evocación. Es un dualismo maniqueo.

            En el apartado más realista, el mundo en el que se sostiene la narración es sórdido, es duro, mezquino con chispazos de buenos sentimientos. Los hombres y  mujeres que en él pululan son seres muy cotidianos y que se muestran como tales, viven con sus anhelos, temores, miserias y ruindades. Sabemos que no falta de todo ello en el género humano, y como tal, lo muestran.

            Pero el momento en el que la narración alcanza sus mayores bríos es cuando aparece lo extraño. Aquí es el pobre deforme que vive encerrado y cuidado por una generación de mujeres. Aislado en gran medida, está condenado a observar el mundo, más que a actuar en él. Encerrado en su laberinto no trata de engañar al lector como el minotauro de Borges, que le insinua que es un Dios, sino que abiertamente asume su condición de paria. Es en este mundo donde la evocación hace más acto de presencia, donde los olores, sonidos y recuerdos se adueñan muchas veces de la narración y del lector. Aparece esa cualidad que se ha dicho de Scott Fitzgerald: el encanto. Pero para mí, más fuerte aun que él, es la imagen de una persona deforme enclaustrada, persona cuya libertad viene dada por la cultura: el aprendizaje de la historia, la música, la literatura, las estrellas. Reflexionemos acerca de que sus enclaustradores son, en gran medida, aquellas mismas personas normales que, cuando Samsa se convirtió en escarabajo en la Metamorfosis de Kafka, decidieron que tenía que morir. En El hijo de las costureras estas personas se deciden por el abandono o la sobreprotección.   

JAVIER FARTO 2010


El alma vuela



La verdad duele
La mentira difama
La verdad dice
La mentira contradice
La verdad mata
La mentira mata
El silencio mata
La voz llama
El alma grita
La certeza anima
Y el alma vuela
        ***
Las noches nacen 
Los días muren
La vida dice
La muerte contradice
         ***
Las marionetas bailan
El títere canta
El niño ríe
El abuelo llora
La madre gime
El titiritero cierra las puertas
           ***
La muerte llega sin avisar
La vida entra sin llamar
El aíre recompone
La vida entra sin llamar
Y El alma vuela
           ***
El circo ha llegado
La vida entra sin llamar
Las marionetas bailan
El niño sonríe
El títere canta
El titiritero ya se marchó
El aíre recompone
La vida entra sin llamar
Y El alma vuela